A la mañana siguiente continuaba con el cuerpo, el corazón y la mente divididos y apenas era audible mi voz interna. Al tumbarme sobre la tierra con los mantras de Choying y una pequeña hematite en mi frente, algo cambió. Sentí un crujido y algo se ajustó.
Al incorporarme de nuevo, no sentía dolor alguno en el bajo vientre, salvo esa familiar y cálida sensación de algo derramándose desde dentro hacia afuera. Mi respiración era tranquila, amplia y mi mente estaba apaciguada. De nuevo escuchaba con nitidez y claridad a mi voz.
Sin duda, el presente estaba de nuevo allí. Abarcador, intenso, inteligible, poderoso. El pasado no tenía fuerza para parar su energia y la incertidumbre del futuro no lo hacía confuso y inquieto. Estaba ahí de nuevo, libre, dándome esa seguridad de saber que pese a la agitación externa mi paso era seguro. Pese a que el suelo temblara, cada paso iba a ser sobre el lugar adecuado, en el momento adecuado.
Desde hacía más de cuatro meses ese presente irrumpió por primera vez con fuerza, haciendo que se esfumaran todos los miedos que había ido cosiendo a mi alma poco a poco, creando una armadura dura y rígida que impedía que me moviera con libertad. Todos los miedos se esfumaron. Fue esa fuerza la que me permitió pasar de la actividad a la acción y todo era posible y todo era. Y mi entorno se transformó y mi interior vio la luz, era más yo que nunca.
Con esa fuerza decidí bajarme del Castanedasway. Nunca lo hice de su espíritu, de la idea original con la que germinó, pero sí de la forma que tomó más tarde con los años.
Decidí dejar a la Paca, dejar a Xavi y seguir otro camino. Siempre supe que este viaje era un viaje del desapego y voy a afrontar lo que el presente vaya proponiendo. Sé que habrá dolor, soledad, vacío, tristeza, pero no tengo miedo a sentir, ya no. También sé que habrá plenitud, totalidad, alegría.
Por primera vez en mi vida estoy preparada para entrar en el Segundo Anillo de Poder.
NEW WAY
2 comentarios:
Estoy segura de que estás preparada y te agradezco, siempre, que lo compartas. No dejes de hacerlo. Es un compromiso contigo misma y con la gente que te ama.
Sigue caminando tu camino. En él y en el mío, nos seguiremos encontrando.
Además, es un placer porque eres y haces arte. Lo escribes, lo pintas, lo bailas...
Un beso grande, gringuita loka
Sé-Sí
qué te voy a decir, sino que ALEGRÍA de saber de ti. tu última entrada en el castanedas parecía una despedida más allá del blog, como si los nuevos caminos te llevaran lejos de nosotros, en distancias no cuantificables con kilómetros. bienvenidas sean tus palabras o que sigas teniendo buen camino.
óscar
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