En casa de mi amigo Mike, me siento en mi propia casa. Toda la planta baja es mi casita, una habitación gigante con su baño. Vamos calentando motores en este curso que promete mucho. Mucho trabajo y mucho conocimiento. Mucha sanación también.
Cuando acabo la larga jornada, la casa de Mike me da calor y tranquilidad. A la vez con Mike estamos descubriendo nuevos mundos que compartir y ya no sé qué es lo que me está enseñando más, si la escuela o la convivencia con Mike. Nuestras conversaciones, nuestros tratamientos y nuestros guías. Nuevos proyectos que surgen y se van consolidando. Sabía que mucho me esperaba en Alburquerque.
![]() |
six months in alburquerque |
No hay comentarios:
Publicar un comentario