Donde hay amor no hay esfuerzo

domingo, 21 de diciembre de 2008

Bienvenido 2009

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Esta mañana me levanté tarde, con muchas imágenes del sueño aún pegadas en mis ojos.
Imágenes que se fueron disolviendo a medida que iba despertando a la luz que entraba por la ventana.
Encendí el ordenador y buscando músicas que se habían mostrado entre sueños, aparecieron imágenes del pasado. Yo en diferentes lugares, algunos muy internos y me sorprendió mi reacción.
No sentía nostalgia, no extrañaba la sensación de estar allá, no sentía deseos de volver a esos lugares. La única sensación era... creo que soy incapaz de describir la emoción, es más, no era una emoción. Era un estado que abarcaba emoción, sensación, reflexión. Era yo en mi totalidad. Percibía que había estado allá con todo mi ser, y que ahora estaba aquí con todo mi ser contemplando la imagen. Una imagen mía pero pasada. Sin ninguna atadura en el presente mismo. Un estado de vida total.



En lo alto del Vignemale (Mis Pirineos)


En mi rincón favorito de la Costa Brava, Palamós.


En una pequeña cueva de mi Montserrat

Se cruzaron imágenes de otras personas entre las mías y las percibía conmigo y lejos de mí al mismo tiempo, porque eran imágenes del pasado. Pero en ese estado había una emoción que se hacía más dominante, el amor. El corazón me vibraba de amor. En una de ellas se cruzó Xavi y al ver su mirada me emocionó la belleza de su rostro, de su alma. Personas hermosas que me regalaron su belleza y que lo siguen haciendo sin límites de distancias o tiempo.
El quantum sigue muy presente.


Mis navidades aquí han sido tranquilas y reveladoras. Mostraron mi alma en cada detalle y mi presente en esta América soñada, imaginada y por fin vivida.


En mi azotea con Enrique


1 de enero con Víctor

El año que está por desarrollarse me saluda tranquilo y con esperanza. El atardecer que cada día se retrasa más y los fuegos artificiales del barco pirata en la noche, son las rutinas que me marcan el tiempo de mi vallarta personal. Entre acontecimientos mundanos y místicos vallarta me ofrece pura vida, puro aprendizaje, puro amor.
El requisito sólo es que no me aferre a ningún instante y que sea capaz de tener las manos abiertas en todo momento. Sin dejar de mirar al frente con el corazón también más y más abierto hacia el mundo. Sin barreras porque no existen en realidad. Sin fijarse en los detalles de la periferia, simplemente estar en el centro y ver que permanece inalterable.

Gracias, Vallarta

lunes, 15 de diciembre de 2008

EN EL HOTEL DREAMS DE NUEVO

Hace dos semanas que empecé a trabajar en el Dreams.
De nuevo, el mismo uniforme, el mismo spa, los mismos compañeros.
Pero mi actitud es diferente. Muchos prejuicios han desaparecido y vivo el momento. No es el paraíso donde me gusta trabajar pero puedo ofrecer mis servicios y no me altera si el conjunto funciona de una forma en la que no estoy de acuerdo. Se podría pensar que me ha ganado la actitud "me vale madres" pero no es así, hago mi trabajo e intento que no me afecte el entorno, cómo trabajan mis compañeros, cómo funciona el hotel, etc...
El core lo voy introduciendo a clientes que ya me conocen de la pasada temporada y siempre introduzco un pequeño detallito en cada masaje. Me falta hacer más sesiones a los gerentes, y así intentar introducirlo en el menú del spa pero es un momento de mucha agitación y es difícil conseguir una cita. Todo llegará. De momento ofrezco sesiones a mis compañeros e introduciendo esa filosofía que lo envuelve. Quién sabe si puedo organizar un curso de Core en Vallarta como me insinuó Robert en Albuquerque. Él se mostraba encantado de ir hasta Vallarta para hacerlo.

Después de la marcha de Rubens y Laura, parece que se ha abierto la veda para las visitas y he disfrutado de unas cuantas.
Hace una semana, se quedó un par de días Leonor, la madre de Ceci, que desde D.F. no la había visto. Por email nos íbamos comunicando y sabía que vivía en Tepic, a tres horas en coche de Vallarta. Finalmente pudo arreglar un fin de semana y aunque yo trabajaba pudimos disfrutar de algún paseo juntas y de mucha charla.



Días después volvió a Vallarta, Sara, la amiga que hice en el Spa y que después de unos meses se mudó a Los Cabos, Baja California. Fue bonito volver a charlar juntas y compartir ese momento con ella. Tengo una conexión muy espontánea y la verdad es que muchas veces me gustaría que estuviera aquí.
Ir a los Cabos, otra tentación...
Pero no sólo vino ella, también vino Pedro, mi exjefe en el spa cuando estuve antes de ir a Albuquerque. Me sigue tentando con que me vaya a Cancún con él, que el hotel está muy bien, que se gana más dinero... Me tienta esa idea, me tienta Huatulco, otro Dreams muy cerca de Puerto Escondido.... Y sobre todo, me tienta estar en Vallarta, donde todo es luz y aprendizaje, donde el amor cobra su más pura dimensión y me ilumina el alma.





Con Julio un buen amigo también terapeuta



No lo sé, aún tengo que ahorrar un poco y estar aquí unos meses pero esas opciones me tientan mucho y en realidad sé que no hay nada que me ate en un lugar en particular.
La Navidad se acerca y con ellas las fiestas navideñas del trabajo que me divierten y entretienen, aunque sé que vienen momentos duros, esta navidad es la segunda lejos de Barcelona y me da que será un poquito más triste...



Intento aprender a surfear con las contradicciones que se presentan en este momento de mi vida, mientras multitud de ideas bucean en mi cabeza para hacerse sitio en mi realidad. Nunca vi tantas posibilidades, necesito el momento y la fuerza para concretarlas. En algunos momentos el peso de tanto final me abruma y me deja estática, no me deja moverme. Siento el peso de tantos momentos emocionantes, de tanto dolor en el camino, de tanto amor, de tanta fe e ilusión. Me abruma y siento que estoy sentada en el mero caos. Decía Juan Perro que en el caos no hay error, pero no puedes encontrar un sentido. Ese es uno de mis puntos sensibles.
Entre tanta contradicción lucho por un sentido a todos los acontecimientos.


E. Galeano. Libro de los abrazos

Mojado en Noviembre- DelaNada


Os pienso y os celebro