Al terminar la clase sentí un zumbido en el mismo centro del cerebro. ¿Qué me ocurría? Es como si faltara una pieza dentro y lo sentía extraño, no usaba el mismo proceso lineal para seguir un pensamiento. Esa sensación me aturdía. A la vez sabía que el cerebro deseaba ese cambio y era más versátil pero tenía que acostumbrarme a esa nueva forma de procesar.
El percibir con mis dedos cómo el cuerpo de Miguel cambiaba según mi enfoque, según mi intención, me dejó en blanco y me quedé suspendida. Se acercó Robert y me preguntó si me encontraba bien, le dije que sí pero tuve que preguntarle "Esto es una convención, no es real, ¿Verdad?" y me contestó con dos preguntas "¿Lo percibes? ¿Lo puedes palpar?" "Sí" contesté. "Pues es real". Me sentí el más estrecho de miras de los Castanedas posibles y me abrumó la rotundidad y veracidad de la respuesta de mi "don Juan"
Después de clase me tuve que ir directamente a mi habitación. Encerrarme y estar simplemente conmigo. Era incapaz de hacer nada más.
Necesita tiempo para acostumbrarme a esa nueva forma de percibir el mundo, de experimentar el quantum. Y de recordar mis experiencias con el quantum durante toda mi vida. Traerlas a la luz de la consciencia.
Jemez TripNuestra idea era dejarnos llevar por el día que amaneció fresco pero soleado. Sentir el paisaje y disfrutar de unas termas naturales. Laurie conocía unas termas pero no recordaba muy bien el camino, así que nos fuimos con algunas indicaciones de un amigo suyo y nos pusimos en marcha.
Me encontraba bien, pero a medida que nos adentrábamos en el paisaje e iba viendo como se deslizaba por la ventanilla del coche, fue embargándome una nostalgia muy profunda. Intenté obviarla porque no estaba sola y centrarme en la tierra roja de la Jemez Reservation. Pero el estar caminando y sintiendo la tierra me hizo acusar aún más la tristeza, hasta que no pude más y tuve que romper en sollozos inconsolables.
Laurie calló respetuosamente y me dejó sola un buen rato.

Esos paisajes me trajeron recuerdos del castanedasway, de ese vivir constantemente en la naturaleza, hacerlo todo de cara a la tierra. Echaba de menos eso, muchísimo. Viajar por el paisaje, sentir la tierra constantemente. Y los recuerdos trajeron pensamientos sombríos. Ya no podría estar viajando así, de esa manera, perdí al compañero con el que vivía estas cosas de una forma hermosa...
A medida que el día avanzaba, las lágrimas dejaron de derramarse y pude ver que eran tiempos felices, que ya no volverán, que forman parte del pasado. Mis pensamientos se fueron iluminando. Puedo volver a vivir así, a viajar así, sola. Si antes lo hacía, por qué no ahora. Sólo tengo que escuchar la necesidad del momento. Este momento me dice que ahora tengo que estar aquí, aparentemente sin movimientos. También apareció la claridad de saber que todo quedó atrás. Se perdió mucho en el camino, no era gratis este tránsito pero quedó atrás. Y yo no quiero volver atrás.
Lentamente a medida que buscábamos esas termas, íbamos recorriendo un paisaje pacificador que iba transformando mi estado de ánimo en una tranquila serenidad.
No encontramos esas termas y tomamos el camino de vuelta.
Antes paramos en el templo budista de Jemez aunque el letrero de la entrada rezaba "cerrado al público". Entramos igualmente y no sé qué pasó porque Laurie se puso a hablar con un monje sobre las actividades que tenían próximamente y el hombre nos invitó a las termas privadas del templo, sin decir nosotras palabra.
Así que finalmente pudimos disfrutar de un baño en las termas a diferentes temperaturas. El sitio era precioso con un pequeño río donde te remojabas al final del baño caliente. Allí vimos el atardecer y me percaté de que estaba viajando, que estaba viviendo la magia que tiene el viaje con vida propia y que si te dejas fluir te va dando sus regalos, como era aquél.

Volvimos a casa no sin antes parar para ver nuestro segundo atardecer frente a esas paredes rojas como testigos de nuestro día fabuloso. Ya en casa nos preparamos un latte calentito y nos maravillamos del día tan mágico que habíamos disfrutado.
Por mi parte me fui feliz a la cama, sabiendo que la vida te provee constantemente de lo que necesitas, y doy gracias por ello infinitamente.
¡Gracias!La danza de la alegríaDespués de la práctica con Bethany, me sentí muy aliviada, como si me hubieran quitado un peso de encima. Ella se percató y me preguntó que había encontrado mucha desincronización en la zona del pecho, el elemento aire. No quería ser entrometida pero se interesó por mi situación. Yo no había compartido con mucha gente mi situacion personal y le expliqué una perqueña versión de mis meses en puerto Vallarta, y los antecedentes de mi vida. Mientras le explicaba, en el mismo momento en el que expresé el amor que sentía mi corazón una nube de mariposas me envolvió y nos quedamos estupefactas.
Nos dimos cuenta que vivían en un árbol y justo en ese momento me rodearon con su magia. Una de ellas se alojó en el centro de mi pecho y sigue ahí.
Recordé que la mariposa es símbolo de transformación, de alegría. No olvidaré ese momento, no olvidaré que la alegría es la que tiene que marcar mi paso. Es alegría el poder sentir amor en mi corazón, eso es motivo de alegría y tiene que inspirar mi danza.
En clase no he experimentado más vértigos, se va transformando mi percepción a medida que experimento que lo que palpan mis dedos es la realidad, pero mi intención cambia esa realidad, y puedo percibir los cambios. También puedo decidir en qué punto me situo para ver/palpar esa realidad y llegar a rincones pequeños o a perspectivas amplias.
No cuestiono nada, estas percepciones tampoco me cuestionan nada de mi esencia. Dejo mi mente a un lado. Y sigo experimentado el quantum.
Petroglyphs National MonumentLa luna llena de octubre pasaba por Aries y tuve la suerte de ir al Petroglyphs National Monument, muy cerca de la ciudad. Allí Laurie compartió conmigo un rincón de poder para ver la luna esa noche. Ella solía vivir allí pero hace años expropiaron la zona para crear este "national monument".
La tierra vibraba y mientras caminabas podías ver restos de esos dibujos marcados en la piedra de las culturas indias de la zona.
Acurrucada en un hueco que la roca ofrecía, veía la luna. Y de nuevo a Sagitario persiguiendo a Escorpio en el horizonte.
Supe que estaba viajando, que había viajado en estos meses más que en toda mi vida con mis desplazamientos por el mundo. Esos meses en Vallarta y estos casi dos en Albuquerque me habían mostrado más paisajes que en toda mi vida. ¡Cuántos descubrimientos, cuántos tesoros, cuántas emociones! Con mi cuerpo estático, teoricamente. ¿Pero existe algo estático? Somos quantum y estamos en constante transformación y movimiento. Nuestro intento marca la diferencia.



Después del primer turno de prácticas, hicimos un descanso y me quedé sola en clase.
Aún con restos de lágrimas en las mejillas escribí todo los pensamientos que me vinieron durante la sincronización de los chacras segundo y quinto. A medida que me iban sincronizando cada elemento en esos chacras, se precipitaron mis verdades claramente.
Robert se acercó suavemente y me preguntó si todo estaba bien mientras me acariciaba entre los omóplatos. Le respondí, "Sí, iluminada".
Se me humedecieron de nuevo los ojos. Mi compañero Don, me hizo un regalo fabuloso con su forma de darme el tratamiento y me percaté de por qué me molesta la gente ruda cuando te toca, como si fueras un cuerpo y nada más y por qué me molesta también la gente que me acaricia y me soba cuando me hace un tratamiento. En realidad veo que ninguna de las actitudes es la del que escucha, uno actúa como si fuera importante hacer los pasos correctos, sin importar, un golpe, una presión demasiado fuerte o sin ver que hay algo más que carne; el otro actúa como si necesitaras mimos y cariño sin importar si es verdad. Y yo actúo como si no estuviera bien ninguna de esas actitudes y fueran incorrectas. Ese es el desatino y hoy por fin, me he dejado fluir con él, he viajado en el desatino controlado. Porque en realidad lo que percibo es que nadie me escucha, expreso mi voz y nadie actúa al respecto. Y ese es mi desatino personal. He experimentado un silencio por parte de mi voz durante mi vida porque sentía que nadie me escuchaba.
Pero la voz expresada no se puede obviar, es fuerte y clara. Y no depende de si un receptor no la escucha aparentemente, porque, en realidad, el universo entero la escucha sin remedio. Al ver esta verdad en el quinto chacra, mis lágrimas se desbordaron porque la verdad te bendice y te libera.
Y el segundo chacra también ha querido añadir algo mientras se alineaba con el resto, ha gritado que no volverá a estar desconectado de los demás chacras. Nunca más. Siempre estará comunicándose con el resto y no se cerrará.
El amor será el que guíe esta alineación y el que la hará fuerte, el amor incondicional que estoy empezando a entreveer y que voy a permitir que me inunde el máximo de tiempo que sea capaz en mi vida. El amor que te fuerza a desconectarte, a desgarrarte en pedazos no es amor, el amor sólo puede juntarte y conectarte. Si no lo hace, tendrá que buscar otra forma de existir, de comunicarse hasta que sea armonioso entre dos personas. Hay tantos tipos de amor, tantos matices... Lo difícil es ajustar cada matiz a su realidad. De esta manera no hay confusión.
Sé que mi ser más profundo no permitirá que nadie vuelva a desmembrarme, ni siquiera la persona que más veces lo ha hecho en mi vida: yo misma.