Barcelona ha sido un remanso de revelaciones, de retos, de conclusiones, sanador y hermoso.
Encontrarme con mi gente de este lado ha sido muy especial y revelador. El proceso de cada uno me reflejaba el mío propio y me daba más fuerza para seguirlo con fe y alegría. Con entusiasmo.
Unas cuantas imágenes os pueden dar idea de lo que fue cada encuentro. No os pude ver a todos, pero sé que así sucedió, naturalmente , sin prisas, ni ansiedades, ni expectativas. También conocí más de cerca a personas muy hermosas en las que el intercambio fue muy sanador para mí.
Todo ese tiempo me ayudó a ver claramente como las pérdidas de este año son muestras de abundancia en otro sentido. Eran las primeras navidades sin mi madre y la familia lo procesó con mucho amor y nuevos horizontes y cambios. Además en este tiempo perdí a una amiga muy especial de Albuquerque, Ellen, que me ayudó tanto hasta el último momento de su vida.
Mi camino cada vez es más luminoso, claro y por fin encontré mi lugar en el mundo. Un lugar que se mueve a cada paso que doy pero que siempre es el mismo, donde mis pies están parados, con todo el peso del cuerpo bien repartido en ellos, en equilibrio perfecto. Ahí donde confluyen todas las líneas que hacen que los milagros sucedan.
No puedo decir más que gracias y gracias por tanto amor, sabiduría y apoyo que me habéis dado en este mes y medio.
Estas navidades mi familia hemos podido disfrutar de nuestras reuniones con la presencia-ausencia de mi madre a cada momento. En la nochebuena, el protagonista fue mi tito Jesús y su estruendosa risa.
Una noche en la traviesa, en Torredembarra, con unos excelentes Cosmic Grass, que nos regalaron buena música en directo, como siempre.
Hace dos días que aterricé en Vallarta. Me gustó llegar y sentir la brisa cálida, pero no puedo decir que me embriague hasta el punto de retenerme. Esta misma noche 31 de diciembre cojo un autobús dirección Guadalajara para volar desde allá hasta Cancún.
La opción más segura es trabajar en el Dreams de allá con mi ex jefe Pedro Castillo, que me abre las puertas.
Otra opción es ir dos horas más abajo, a Tulum, una zona mucha más tranquila donde puedes trabajar a otro ritmo y ganar igual o más que allá, gracias a los conectes de mis amigos Rocío y Omar.
Otra opción sería buscar trabajos alternativos, bailando en diferentes lugares.
Teniendo en cuenta dos datos muy significativos:
que hace 17 años en Cozumel, mi primer viaje a México, fue donde renací espiritualmente y donde empezó a formarse la Antonia que vosotros conocéis.
y que la Paca ya tiene nuevos dueños y espera ansiosa ponerse en camino con la misma ilusión y amor que hizo en un principio.
Así me voy de mi preciosa casa de luz y sol. Con esperanza y mucha ilusión, dejando atrás este 2009 rico, abundante, difícil, desafiante y sanador.
Mientras tanto voy a disfrutar de unos días sólo fluyendo, sólo para ver cuál es la opción que más me late y no chirría con mis planes.
Ponedme velitas, plis!
Encontrarme con mi gente de este lado ha sido muy especial y revelador. El proceso de cada uno me reflejaba el mío propio y me daba más fuerza para seguirlo con fe y alegría. Con entusiasmo.
Unas cuantas imágenes os pueden dar idea de lo que fue cada encuentro. No os pude ver a todos, pero sé que así sucedió, naturalmente , sin prisas, ni ansiedades, ni expectativas. También conocí más de cerca a personas muy hermosas en las que el intercambio fue muy sanador para mí.
Todo ese tiempo me ayudó a ver claramente como las pérdidas de este año son muestras de abundancia en otro sentido. Eran las primeras navidades sin mi madre y la familia lo procesó con mucho amor y nuevos horizontes y cambios. Además en este tiempo perdí a una amiga muy especial de Albuquerque, Ellen, que me ayudó tanto hasta el último momento de su vida.
Mi camino cada vez es más luminoso, claro y por fin encontré mi lugar en el mundo. Un lugar que se mueve a cada paso que doy pero que siempre es el mismo, donde mis pies están parados, con todo el peso del cuerpo bien repartido en ellos, en equilibrio perfecto. Ahí donde confluyen todas las líneas que hacen que los milagros sucedan.
No puedo decir más que gracias y gracias por tanto amor, sabiduría y apoyo que me habéis dado en este mes y medio.
Estas navidades mi familia hemos podido disfrutar de nuestras reuniones con la presencia-ausencia de mi madre a cada momento. En la nochebuena, el protagonista fue mi tito Jesús y su estruendosa risa.
Una noche en la traviesa, en Torredembarra, con unos excelentes Cosmic Grass, que nos regalaron buena música en directo, como siempre.
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noviembre/diciembre en BCN |
Hace dos días que aterricé en Vallarta. Me gustó llegar y sentir la brisa cálida, pero no puedo decir que me embriague hasta el punto de retenerme. Esta misma noche 31 de diciembre cojo un autobús dirección Guadalajara para volar desde allá hasta Cancún.
La opción más segura es trabajar en el Dreams de allá con mi ex jefe Pedro Castillo, que me abre las puertas.
Otra opción es ir dos horas más abajo, a Tulum, una zona mucha más tranquila donde puedes trabajar a otro ritmo y ganar igual o más que allá, gracias a los conectes de mis amigos Rocío y Omar.
Otra opción sería buscar trabajos alternativos, bailando en diferentes lugares.
Teniendo en cuenta dos datos muy significativos:
que hace 17 años en Cozumel, mi primer viaje a México, fue donde renací espiritualmente y donde empezó a formarse la Antonia que vosotros conocéis.
y que la Paca ya tiene nuevos dueños y espera ansiosa ponerse en camino con la misma ilusión y amor que hizo en un principio.
Así me voy de mi preciosa casa de luz y sol. Con esperanza y mucha ilusión, dejando atrás este 2009 rico, abundante, difícil, desafiante y sanador.
Mientras tanto voy a disfrutar de unos días sólo fluyendo, sólo para ver cuál es la opción que más me late y no chirría con mis planes.
Ponedme velitas, plis!