Donde hay amor no hay esfuerzo

miércoles, 12 de octubre de 2011

En este día que llaman "Día de la Hispanidad" por los países latinos, y "Columbus Day" para los anglosajones. Sólo me apetece vibrar en una sintonía de transformación de estas energías viejas de un ya trasnochado historicismo. ¿Cómo es posible que aún existan esas celebraciones de esas infames memorias que a muchos averguenzan, duelen y enojan?

Me gustaría romper con esa energía de inercia y apatía que también muchos sienten, que a mi sentir, parecen venir de la falta de fe en la transmutación de las cosas, en una falta de fe en la alquimia humana.

Me gustaría elevar un rezo por todo ese dolor causado por un viejo patrón mental que se resiste a desaparecer pero que lo hará muy pronto. Ese viejo patrón de enjuiciar, de señalar lo que es diferente, de criticar lo que es "raro", gran herramienta inútil para definir lo que no se entiende y acepta; de enojarse por los caminos desconocidos y por los que se atreven a dar unos pasos por ellos.

Ese viejo patrón trajo tanto dolor, trae tanto dolor desde ambas direcciones. Nadie se salva de ese dolor.

Hoy más que nunca rezo para construir un puente arco-iris entre España, lo que ese concepto englogle, y América. Entre dos visiones que no pudieron encontrarse y crecer desde ahí.
Yo si tengo fe que es posible ese encuentro y ese crecimiento, porque soy testigo cada día de ello.

Lo siento, América,
Perdóname,
Te amo, América
Gracias!!!